![]() Recientemente, una persona, mujer de mediana edad, puso en marcha conmigo un proceso de coaching con el objetivo de “ser más elegante”. Intrigado, dado que a mí ya me parecía bastante atractiva, le pregunté para qué quería conseguir eso. Su respuesta me sorprendió: “Para que me tomen más en serio cuando hablo”. Por lo visto, ella creía que su entorno social valoraba más cómo se iba vestido que el contenido de la conversación. Esta anécdota me llevó a pensar si dicha creencia no será un mal endémico de una sociedad en la que la imagen tiene un peso tan acusado. Todos hemos visto esos programa de televisión en los que se transforma a la gente, algunos sencillamente indicándoles cómo se han de vestir o maquillar y otros, más contundentes, aplicando cirugía estética. Si bien los resultados son espectaculares, es evidente que lo que se persigue con dicha transformación es adecuar a la persona a los cánones de belleza imperantes. Una conclusión que he sacado es que no hay persona fea sino mal arreglada, y también que el cambio produce un profundo impacto en la personalidad del sujeto. La Barbie ha sido objeto de críticas dado que nos muestra a una joven de medidas inhumanas cuya vida parece centrarse en comprar vestidos y pasárselo de maravilla con sus complementos de alto standing, pero no creo que tenga más efecto en la personalidad de quienes juegan con ellas que los monstruos o los soldaditos. ¿Cuál es tu canon de belleza? ¿En qué se parece y en qué se diferencia del canon imperante? ¿Hay algún cambio que te gustaría hacer en tu imagen? ¿Para qué quieres cambiar esa parte de ti con la que no estás completamente conforme? ¿A quién quieres complacer con dicho cambio?
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![]() La semana pasada te explicaba en esta columna un procedimiento para diseñar las consecuciones que deseas alcanzar en 2015 usando la visualización, pero de nada te servirá que lo pongas en práctica sin perseverancia. Los “propósitos de año nuevo”, en la mayor parte de los casos, no pasan de ser buenos deseos que nos cuesta transformar en hábitos. Los primeros días del año, por ejemplo, es fácil ver a personas que, en pos de mejorar su salud, se lanzan a la calle a hacer footing. Al cabo de un par de semanas, si acaso, ya son sólo unos pocos los que lo siguen haciendo. La clave de la perseverancia está en focalizarse en los beneficios que deseamos obtener. Supongamos que quieres alimentarte de forma más saludable y decides que vas a renunciar a la comida basura. Te pones a ello y todo va bien durante cierto tiempo, pero llega el momento de la tentación y la perseverancia se ve amenazada. En ese momento te invito a que pienses en qué valor deseabas vivir más intensamente cuando tomaste la decisión, qué querías conseguir, cuál era el beneficio que perseguías. Después, plantéate qué es más importante para ti, si esa meta o el placer pasajero que te produce meterte una hamburguesa grasienta entre pecho y espalda. Como coach he observado que las personas me comentan que por sí solas les ha sido difícil mantenerse constantes en sus propósitos. Un proceso de coaching, naturalmente, no es la panacea que todo lo soluciona, pero está demostrado que con el acompañamiento de un profesional el cliente refuerza en su mente las estrategias más adecuadas para no cejar en sus empeños. Mi sugerencia es que te regales un proceso de coaching en Año Nuevo y compruebes así su eficacia. ¿Qué imágenes mentales te llegan cuando piensas en 2015? No se trata de una pregunta retórica, es más importante de lo que piensas. Visualizar consiste en proyectar en nuestro entendimiento la realidad que queremos, en encontrar las soluciones a los conflictos a los que nos enfrentamos. Esto genera un estado emocional que influye en las creencias sobre la posibilidad de conseguirlo y, consecuentemente, en el comportamiento. No harás lo mismo si crees que puedes o si crees que no.
Afirma Guttman que la visualización “es una estrategia para direccionar nuestras vidas hacia lo deseado favoreciendo los cambios necesarios para que esa realidad se produzca y mejore nuestra vida”. Ciertos estudios afirman que las personas que practican la visualización creativa mantienen una actitud más positiva y más abierta, lo que redunda en beneficios evidentes en sus emociones. Al visualizar asegúrate de que ves imágenes lo más detalladas posibles. Puede que te ayude buscar imágenes en revistas o en internet que reflejen eso que deseas, y ponerlas en lugares visibles.Después piensa en qué puedes hacer para materializar lo que has visto. No olvides incluirte en la escena como si ya estuvieses disfrutando del objetivo alcanzado. Durante la visualización es preciso evitar imágenes negativas porque nos focalizan en las carencias, no agradecer con anticipación eso que estamos pidiendo, verbalizar frases contrarias a lo que deseo conseguir o no ser constante repitiendo como hábito la visualización varias veces al día. Se trata de una disciplina mental, por tanto requiere un poco de dedicación. Recuerda incluir también sonidos, sensaciones. El resultado llegará antes de lo que crees. ![]() Hay más probabilidades de que saques 16 veces seguidas cara o cruz lanzando una moneda (una entre 65.536) que de que te toque el Gordo de la Lotería (una entre 100.000). Entonces, ¿por qué compras un billete cada año por estas fechas? Aventuro una hipótesis: porque la ilusión de que te toque, o sea, la esperanza de poder hacer cosas en tu vida que ahora no puedes, es más potente que la razón. Aplica esto al día a día: acaso hagas muchas cosas basándote más en las impresiones del hemisferio derecho de tu cerebro (el emocional, el soñador, el artista) que en las del hemisferio izquierdo (el racional, el calculador, el científico). Piensa por ejemplo en cuántas compras realizas basándote en tus emociones y cuántas tras discernir lo que realmente necesitas tras ponderar el gasto según tu presupuesto. Al poner en marcha un proceso de coaching, el cliente manifiesta su deseo de alcanzar algún objetivo que analizamos, por lo general en la primera sesión del proceso, tanto desde el punto de vista emocional como desde el racional, a fin de que lo acote al máximo y valore sus posibilidades reales de alcanzarlo. Es raro encontrar al racional puro: lo habitual es que sean personas cuyos objetivos estén fuertemente vinculados a valores humanos tales como las relaciones interpersonales o el deseo de autorrealización. Acaso la verdadera lotería de tu vida no esté dando vueltas en un bombo sino en ti, en tomar conciencia de qué es lo que quieres realmente, en qué punto te encuentras ahora mismo de conseguirlo y en tener claro cuáles son las acciones que has de poner en marcha para llegar a tu estado deseado. Compártelo con tu coach: a su lado llegarás antes y aún más lejos. ![]() "Será posible para un hombre de negocios en Nueva York dictar las instrucciones y que inmediatamente aparezcan escritas en su oficina en Londres o en cualquier otro lugar. Será capaz de hablar desde su escritorio con cualquier otro suscriptor de teléfono en el mundo, sin cambio alguno en el equipo existente. Un instrumento barato, no más grande que un reloj, permitirá a su portador escuchar en cualquier lugar, en mar o tierra, una canción, el discurso de un líder político, la dirección de un eminente hombre de ciencia o el sermón de un pastor elocuente siendo dicho en otro lugar, por muy distantes que se encuentren. De la misma manera, cualquier imagen, carácter, dibujo o impresión pueden ser transferidos de un lugar a otro. Más importante que todo esto, sin embargo, será la transmisión de energía, sin necesidad de cables, que se mostrará en una escala lo suficientemente grande como para llevar a la convicción”. La descripción del estilo de vida que acabas de leer no parece muy diferente del actual, y sin embargo este texto data de 1908. Fue publicado en la revista Wireless Telegraphy and Telephony y su autor es uno de los genios contemporáneos más desconocidos y extraordinarios: Nikola Tesla, un profeta tecnológico. Cuando un cliente que pone en marcha un proceso de coaching me cuenta cuál es el objetivo que persigue, le pido que se visualice como si lo hubiera alcanzado, qué oye, qué ve y qué siente. Se genera así una fuerza motivadora en su entendimiento lo muy potente que le servirá de auxilio cuando le llegue el momento del decaimiento. Sólo los visionarios nos impulsan a avanzar, y para serlo basta con poner un poquito de imaginación y un mucho de trabajo. |
“Una creencia no es simplemente una idea que la mente posee: es una idea que posee a la mente”. (Robert Oxton Bolt) Archivos
July 2021
El lenguaje lo cambia todo: si digo "circunstancia" desdramatizo la situación que antes denominaba "problema". Así podré enfocar la solución de una forma más objetiva. |