![]() Hoy comienzo con una breve explicación previa: un año es bisiesto, como 2016, si es múltiplo de 4, pero si es múltiplo de 100, sólo será bisiesto si también lo es de 400. Esto se debe a que el calendario gregoriano, el nuestro, no está formado por 365 días exactamente, sino por 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos; o sea, 365,25 días. Es decir: cada cuatro años se completan 24 horas extra, lo que significa que es necesario añadir el 29 de febrero. Una curiosidad: el único año hasta ahora en que ha habido un 30 de febrero ha sido 1712, cosa que no volverá a suceder hasta el 3344. Te cabo de poner un ejemplo universal de los ajustes que es preciso introducir cuando algo no cuadra. Básicamente, en un proceso de coaching también analizamos qué es lo que no funciona en tu vida y cuáles son las acciones (los ajustes) que has de poner en marcha para que los resultados se parezcan cada vez más a tus objetivos. A veces, la solución consiste en hacer algo que hasta ahora no has hecho, y a veces está en dejar de hacer algo que sí has estado haciendo, o hacerlo de forma distinta. En la sesión gratuita de demostración te dejo muy claro, por cierto, que lo importante no es lo que sucede durante nuestro encuentro semanal, sino lo que pasa entre sesión y sesión, porque es en tu entorno donde puedes poner en práctica lo que has descubierto a través de las estrategias del coaching. Sin el ajuste del año bisiesto tendríamos un desfase de 100 días cada 400 años. O dicho de otro modo: el 25 diciembre de 2416 lo vendríamos a celebrar a mediados de septiembre de ese año. ¿Y tú? ¿Qué desfases crees que se producirán en tu vida si no haces los ajustes que necesitas poner en marcha?
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![]() Entiendo por la palabra “conflicto” el escenario que surge cuando personas o colectivos desean alcanzar sus propios objetivos mientras son incompatibles entre sí. Si no se llega a acuerdos puede deteriorarse la relación entre las partes hasta tal punto de que la situación se torne tóxica para todos. El coaching, por suerte, puede convertirse un instrumento para acercar posturas. 1. Es clave comenzar dando un “paso atrás”: ¿qué o quién ha generado el conflicto independientemente de los que ahora estén implicados? ¿Qué interés le va en que la situación se intoxique? En otras palabras, ¿a quién podría atribuírsele lo del “divide y vencerás”? 2. Encubierta en forma de queja siempre hay una petición: ¿qué es específicamente lo que pide cada parte? ¿Esas peticiones son realmente incompatibles o es posible llegar a puntos en común? Puede que la solución no sea A o B, sino C. 3. A veces es útil “observar desde arriba”: ¿qué valores superiores a los que se persiguen es preciso salvaguardar sea cual sea el motivo de la contienda? ¿Qué puede pasar si esos valores superiores (por ejemplo el respeto) no se garantizan? 4. El conflicto se mantendrá mientras persista la inflexibilidad de los implicados, lo que supone pérdida para todos. ¿En qué están dispuestos a ceder para ganar? ¿Qué pasa si no lo hacen? Recuerda la frase de Coelho: “Cuando atrasamos la cosecha, los frutos se pudren; pero cuando atrasamos los problemas, no paran de crecer”. Cooperar no consiste en no tener conflictos, sino que es un medio para enfrentarse a él. Fíjate en la etimología: co (juntos) + operar (actuar, funcionar). Los problemas son una excelente excusa para demostrar lo que se sabe para resolverlos. ![]() Imagina a cuatro personas tirando de las esquinas de una sábana para elevarla del suelo. Un quinto sujeto coloca sobre la tela una bola de metal. La bola hará que sobre la superficie de la sábana se forme una hondonada. Cuanto más pesa la bola, más profunda es la deformación de la tela. Piensa así en una deformación tan gigantesca que llegue hasta los confines del universo. Esto te dará una idea de qué son las ondas gravitacionales cuya existencia predicha por Einstein hace un siglo fue confirmada la semana pasada. Estas ondas, hoy por hoy, carecen de aplicación práctica, si bien nos proporcionarán una información maravillosa sobre la estructura del Cosmos dado que hasta ahora sólo podíamos observar los datos que nos llegaban gracias a las ondas electromagnéticas. Mira por dónde, las ondas gravitacionales me sirven de símil para explicarte algo que analizamos en cada sesión de coaching: el efecto que causan en nuestro entorno las conductas que escogemos tener. Como si se tratara de una de las mencionadas deformaciones en la sábana (las personas y las cosas que nos rodean), cada acción que ejecutamos (la bola pesada sobre la tela) ejerce una influencia más o menos contundente según su trascendencia. Me atrevo a afirmar que esto sucede incluso con cada palabra que pronunciamos, si bien no siempre somos conscientes de sus efectos. ¿Y si esa conversación determinó la vocación de alguien o le persuadió de emprender un negocio que, a la postre, hubiera resultado un desastre? ¿Y si aquel consejo o aquella advertencia que te dieron tuvo un fruto insospechado en tu propia vida? ¿Y si fuera verdad lo que nos dijo Gladiator?: “Lo que hacemos tiene su eco en la eternidad”. ![]() El Foro Signo de Vida Tenerife y la empresa gallega Carpe Diem Galicia nos invitan a recorrer el Camino de Santiago entre el 8 y el 15 de agosto de 2016. A través de Carpe Diem Galicia, profesionales especializados en la promoción del Camino de Santiago y de la cultura gallega, Signo de Vida ha encontrado un medio excelente para promocionar la cultura de la vida a través de un recorrido que puede tener en cuantos lo realicen un profundo impacto positivo muy útil como metáfora para describir en qué consiste un proceso de coaching. Para presentar este proyecto, Signo de Vida Tenerife contó en febrero con la presencia en la isla de los responsables de Carpe Diem Galicia y de un grupo de gallegos que ofreció información detallada sobre el Camino de Santiago y una actuación de música tradicional gallega al público convocado en el Centro Ciudadano de El Cardonal de La Laguna y en el Centro Gallego de Santa Cruz. Si deseas recibir más información sobre esta iniciativa ponte en contacto con Signo de Vida a través del teléfono 608.150.115. Peter Drucker dijo una vez que lo más importante de una negociación es escuchar aquello que no se dice. Y estamos hablando de un hombre cuyas ideas fueron decisivas para la creación de la empresa moderna. Me pregunto hasta qué punto son conscientes los encargados de formar Gobierno del valor de la escucha activa, eso que en coaching denominamos “Escucha en 3D”: prestar atención no sólo a las palabras, sino también a las emociones y al lenguaje corporal de nuestro interlocutor. Pero me temo que en la mayor parte de sus discusiones están pensando más en cómo rebatir lo que dice el oponente que en captar qué hay en su mente cuando dice lo que dice.
Hay varias preguntas clave en un proceso de negociación: ¿a quién beneficia esta propuesta? ¿Qué quiero conseguir y para qué? ¿Qué estoy dispuesto a perder y a cambio de qué? John Kennedy dijo algo que se me viene a la cabeza cuando oigo los términos de algunos de los acuerdos para el pacto de Estado: “Lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable”. Cuesta trabajo creer que con una actitud egoísta se llegue a compromisos que beneficien al bien común. Negociar consiste en encontrar ese indefinido punto de encuentro justo en la línea que separa dos posturas. Hallarlo supone dejar atrás la zona de confort e ir al encuentro del otro, focalizarse en lo que une y no en lo que separa, y llegar a un trato beneficioso para ambos, puesto que si la negociación debe repetirse significa que no ha sido buena. Concluyo con una última frase, en esta ocasión del empresario Warren Buffett: “El tiempo es amigo de las buenas negociaciones y enemigo de las mediocres”. ¿Cuánto nos hará esperar todavía la mediocridad de los negociadores? Ya estamos preparando en colaboración con los responsables del Casino Cultural de Santa Cruz el I Congreso Internacional dedicado a la figura de los abuelos. Te seguiremos informando.
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“Una creencia no es simplemente una idea que la mente posee: es una idea que posee a la mente”. (Robert Oxton Bolt) Archivos
July 2021
El lenguaje lo cambia todo: si digo "circunstancia" desdramatizo la situación que antes denominaba "problema". Así podré enfocar la solución de una forma más objetiva. |